Una ‘atmósfera cada vez más caliente’ en las manifestaciones contra el toque de queda en Alemania

“Estamos viendo una atmósfera cada vez más caliente durante las manifestaciones del coronavirus”, según Martin Pallgen, portavoz del Ministerio de Interior de Berlín. «Por encima de todo, hay una actitud más enérgica y verbalmente agresiva entre los negacionistas del coronavirus hacia la policía, los contramanifestantes y los representantes de los medios de comunicación”.

Como en otros países, en Alemania la ley marcial se pudo disimular mientras intimidaron a la población con el miedo a la pandemia y a la “crisis sanitaria”. Con el tiempo, la realidad ha superado ese miedo. Es lo contrario de lo que decían los reformistas: los alemanes se han dado cuenta de que tienen que comer todos los días (la economía está por encima de todo, incluida la salud).

Desde junio las colas del paro y el hambre sustituyen a las de los centros de salud. La crisis real vence a la hipótetica y quien llena las calles no son los llamados negacionistas sino los parias.

Al principio fue una sorpresa que los negacionistas lograran congregar a un número de manifestantes tan grande y los medios tuvieron que tapar las protestas con insultos que hacían un enorme favor a los neonazis, inflando su capacidad de convocatoria.

Ahora las protestas se han generalizado a las ciudades más importantes de Alemania, como la del sábado en Leipzig. Se han convertido en parte importante del panorama político.

El estilo político hispánico se preocupa por poner etiquetas a este tipo de movilizaciones, en las que están saliendo a calle personas muy poco habituales en las protestas. Se preguntan por “quién está detrás” porque a los conspiranoicos siempre les preocupa lo que hay detrás (más que lo que tienen delante de sus narices).

Los movimientos espontáneos son así. En Alemania las primeras movilizaciones estuvieron encabezadas por “Querdenker” (Pensamiento Alternativo) porque entonces se trataba de eso: de una concepción diferente de la salud y de la medicina en la que era posible encontrar diferentes adscripciones, e incluso ninguna.

Hoy el movimiento es claramente político y tiene un carácter antirrepresivo abierto. En su sitio web Querdenker afirma que su principal objetivo es defender los derechos y libertades consagrados en la Constitución alemana, en particular los de opinión, expresión y reunión.

Para contenerlo, el gobierno alemán ha matizado el toque de queda sutilmente. Las manifestaciones no están prohibidas, los manifestantes deben llevar mascarilla y no pueden circular por la calle. Cuando se prohíben, son los ayuntamientos los que dan las órdenes de disolución a la policía.

Al mismo tiempo, aunque Querdenker se ha extendido por todas las ciudades de Alemania, es sólo una parte del movimiento, que se ha radicalizado y expresa una preocupación por la crisis económica, que nada tiene que ver con la pandemia.

Por más que les pese a los medios de comunicación, en las convocatorias aparecen organizaciones antifascistas, comunistas y libertarias, que es el temor que manifestan los portavoces de los ministerios de Interior, que sólo con capaces de controlar el movimiento en la medida en que sea espontáneo.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Descubre más desde mpr21

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo