Un contratista de la CIA adjudica el dinero entregado por Trump a las multinacionales para fabricar vacunas

Los 6.000 millones de dólares de dinero público entregado por Trump a los laboratorios privados para la fabricación de las vacunas contra el coronavirus en el marco de la Operación Velocidad Punta (Warm Speed) se han concedido a través de un contratista ligado a la CIA y al Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos.

Se trata de mantener el secreto de la operación y eludir los controles reglamentarios habituales.

Lo anunció el martes la Radio Pública Nacional (NPR): el dinero no se ha adjudicado directamente a los laboratorios y multinacionales farmacéuticas, sino a través de un contratista de defensa llamado ATI (Advanced Technology International) que tiene su sede en Carolina del sur (*).

La empresa contratista mantiene lazos con la CIA, el Departamento de Seguridad Interior y el Pentágono. De esa manera queda claro, por enésima vez, que la atención sanitaria ha quedado militarizada y sometida al mismo secreto que los misiles de largo alcance.

En total la Operación Velocidad Punta asciende a 10.000 millones de dólares, de los que 6.000 se canalizan a través de ATI por vías reservadas. Paul Mango, Jefe de Personal Adjunto del HHS (Departamento de Salud y Servicios Humanos ), y Robert Kadlec, Secretario Adjunto de Preparación y Respuesta del mismo HHS, firmaron personalmente los contratos.

El positivo de Trump y el inicio de la campaña electoral apenas han servido esta vez de cortina de humo, porque la adjudicación indirecta ha logrado asomar la cabeza en algunos noticiarios de Estados Unidos.

A mediados del mes pasado, en una rueda de prensa, el general Paul Ostrowski, una figura clave de la Operación Velocidad Punta, dijo: “Los contratos los hemos firmado nosotros, el gobierno de Estados Unidos, y entidades privadas, y pueden ser revelados hasta cierto punto. Obviamente no todo puede ser revelado, pero pueden ser revelados hasta cierto punto, y estarán disponibles en algún momento”. El general se negó a concretar cuándo llegará ese momento.

La pregunta ya no es sobre el papel de los militares en la salud y en las vacunas. Trata sobre el secretismo: si el mundo está esperando un remedio milagroso para salir de la pandemia, ¿a qué viene tanto misterio? En otras palabras: ¿por qué nos mantienen tan bien informados sobre algunas cosas y otras se las guardan para ellos?

(*) https://www.npr.org/sections/health-shots/2020/09/29/917899357/how-operation-warp-speeds-big-vaccine-contracts-could-stay-secret?

Más información:
– 6.000 millones de dólares de dinero público en la carrera por las vacunas contra el coronavirus (Operación Velocidad Punta)
– Las vacunas político-militares contra el coronavirus registradas por Moderna
– El Pentágono esconde las vacunas, antídotos y medicamentos del ejército en silos estratégicos

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