Sigue la corrupción en la OMS, cuyos informes seudocientíficos aparecen y desaparecen a la medida

Hace un año, cuando la primera oleada de la pandemia llegó a Italia, el gobierno presionó a la OMS para desestimar un informe crítico sobre la gestión política de la misma. Posteriormente, para limpiar su imagen, la OMS presionó al epidemiólogo encargado del informe para que silenciara el asunto.

El personaje de la foto de portada, Ranieri Guerra, subdirector de la OMS, presionó con amenazas, algunas de ellas de tipo econnómico, para encubrir la responsabilidad del gobierno italiano en la primera ola de la pandemia y, por lo tanto, de él mismo como responsable de los planes de prevención de epidemias.

Los hechos se remontan al 13 mayo del año pasado. La OMS publicó un informe crítico hacia el gobierno italiano titulado “Un desafío sin precedentes, la primera respuesta de Italia al Covid-19” y lo borró veinticuatro horas después. Tiempo atrás, Italia había hecho una contribución económica de 10 millones de dólares a la OMS.

Los tribunales italianos investigan si Guerra amenazó con retirar la subvención a la OMS para que olvidara el informe crítico, aprovechando su doble condición: tenía un pie en la OMS y el otro en el Ministerio de Sanidad italiano.

Guerra era juez y parte y estaba directamente implicado en el informe. La OMS se ha apartado de Guerra y afirma que el documento no se convalidó antes de su publicación. Pero, como cualquier organismo corrupto, la OMS miente más que habla: los fiscales de Bérgamo han descubierto que el informe sí había sido convalidado por la OMS.

Es más, el máximo responsable de la OMS intentó convencer al epidemiólogo Francesco Zambon de que falsificara el informe. Zambon era el encargado de dirigirlo y dimitió el 11 de abril, en cuanto todo empezó a oler a podrido. Le empezaron a llover citaciones, tanto de la OMS como de los tribunales italianos.

La OMS le ordenó a Zambon no declarar, para lo cual debía invocar su inmunidad diplomática.

Es otro ejemplo de que la OMS no es nada distinto de sus Estados miembros y, en consecuencia, sus resoluciones no tienen nada que ver con la ciencia. Sus informes aparecen y desaparecen como por ensalmo.

En diciembre del año pasado, el periódico The Guardian habló abiertamente de “conspiración entre la OMS y el gobierno italiano para eliminar de la web el informe”.

—https://www.ilgazzettino.it/nordest/venezia/ranieri_guerra_oms_indagato_denuncia_francesco_zambon-5889728.html

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