¡Que viene Miláns del Bosch!

29/09/2020: Militares realizan ya labores de rastreo en Andalucía
https://sevilla.abc.es/andalucia/sevi-coronavirus-andalucia-total-150-militares-realizan-labores-rastreo-andalucia-202009290720_noticia.html

19/10/2020: La Legión activa sus rastreadores en apoyo a la Junta en Almería
https://andaluciainformacion.es/almeria/926837/la-legion-activa-sus-rastreadores-en-apoyo-a-junta-en-almeria/

“El que busca la verdad corre el riesgo de encontrarla”
(Sabino Fernández Campo, ex jefe de la Casa Real en “El rompecabezas del 23-F” que publicó el diario ABC)

En el amago de Golpe de Estado del 23F de 1981, el capitán general de la III Región Militar, Jaime Milans del Bosch, ordenó la salida de tanques a las calles de Valencia y promulgó un bando en el cual, en su artículo 6 decía:

Artículo 6: Se establece el Toque de Queda desde las veintiuna a las siete horas, pudiendo circular únicamente dos personas como máximo durante el citado plazo de tiempo por la vía pública y pernoctando todos los grupos familiares en sus respectivos domicilios.

Terminando dicho bando con lo siguiente: “Por último, se espera la colaboración de todas las personas, patriotas, amantes del orden y de la paz, respecto de las instrucciones anteriormente expuestas”.

Por todo ello termino con un fuerte ¡Viva el Rey! ¡Viva por siempre España!

Valencia, a 23 de febrero de 1981. El teniente general Jaime Miláns del Bosch.

Ahora, a casi 40 años del bando de Milans del Bosch, son los demócratas “de toda la vida”, entiéndase partidos y sindicatos ya sean de derechas o de izquierdas, llámense socialistas, comunistas o radicales, que sobreviven al amparo de presupuestos y subvenciones del Estado, o que han abandonado cualquier atisbo de enfrentamiento con el poder, los que claman por un bando similar.

Al parecer, su guía espiritual es el general retirado Rafael Dávila Álvarez, que en su blog de 24 de Septiembre escribía: “Estado de Alarma. No termina ahí la cosa. La Constitución lo contempla, con paso firme y paso siguiente: Excepción y Sitio” (Rafael Dávila Álvarez, https://generaldavila.com/tag/a-mi-la-legion/)

Se denomina toque de queda a la medida que establece un gobierno en situaciones excepcionales para limitar la libre circulación por las calles y la permanencia en los espacios públicos.

Lo habitual es que el toque de queda se establezca paralelo a los golpes de estado, estados de excepción y sitio, en momentos en los que se teme que la reacción popular ante las atrocidades pueda desencadenar cualquier revuelta. Mediante el ejército, la policía y los delatores, el gobierno se encarga de que la prohibición sea respetada ya que aquellos que violan en el toque de queda son multados, detenidos o encarcelados, y en según qué circunstancias, asesinados.

El toque de queda se establece normalmente en horario nocturno, cuando la vigilancia de las calles resulta más complicada, asegurándose de que no haya gente recorriendo la calle, reuniéndose o manifestándose. Es una prohibición de la libre circulación, reunión y manifestación, es una vulneración de los denominados eufemísticamente “derechos fundamentales” y junto a ello, la violación de los domicilios por parte de las fuerzas armadas.

Hasta el día de hoy, está decretado un toque de queda diurno, con la prohibición de utilizar las plazas públicas para reunirse o simplemente sentarse en los lugares acondicionados al efecto. A partir del día de hoy también nocturno en el cual para caminar por la calle se precisa un pasaporte. ¡Estamos en guerra!

Después de la buena acogida de la llamada “Operación Balmis” en memoria del médico militar que transportó a niños huérfanos infectados de viruela a América y Filipinas en el siglo XIX, el 28 de julio del 2020, se aprobó la Medalla conmemorativa de la Operación Balmis para reconocer al personal que participó en el despliegue militar de marzo, cual héroes de la patria, aunque en realidad son mercenarios bajo contrato.

Es de imaginar que dentro de poco el gobierno, con el beneplácito del mundo rojillo van a promocionar la película dirigida por el aristócrata Juan de Orduña y Fernández-Shaw en 1942 ¡A mí la Legión!, película de exaltación militar que no vendrá mal en estos momentos de militarización de la sociedad, al mismo tiempo que se atisba en el horizonte incorporar el contenido curricular de las escuelas el Credo Legionario consistente en una lista de doce máximas -vigentes todavía en la actualidad-, redactadas por José Millán-Astray y Terreros, la primera de las cuales define el Espíritu del legionario: “Es único y sin igual, de ciega y feroz acometividad de buscar siempre acortar la distancia con el enemigo y llegar a la bayoneta”, y de este modo conjurar y atemorizar el virus, dando un ejemplo al mundo de la capacidad sanitaria-militar española.

No temamos pues a los virus, ya que con tan aguerrida tropa acabarán con él a bayonetazos.

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