Los nazis tratan de escapar de los subterráneos de la acería de Mariupol en pequeños grupos

Como en 1945 en Berlín, los nazis han acabado escondiéndose en el subsuelo con el rabo entre las piernas. Esta vez son los subterráneos de la época soviética que hay bajo la acería Azovstal de Mariupol. Hay más de mil nazis agazapados allí, muchos de ellos heridos, así como población civil que utilizan como escudos humanos para que las tropas rusas no entren a saco.

Los escondidos están intentando salir solos o en pequeños grupos de dos o tres, vestidos de civiles e incluso de mujeres. A menudo intentan pasar directamente por los puestos de control, lo que indica que o bien están bajo la influencia de las drogas, o bien que su nivel de desesperación es máximo. Están dispuestos a todo, incluso a caer en medio de un tiroteo.

Uno de los combatientes de las milicias de la República Popular de Donetsk que participa en el bloqueo de los nazis dice que, después de haber sido gravemente herido en las piernas, uno de ellos trató de resistir. No emitía los lamentos característicos de un herido, lo que hace sospechar que toman algún tipo de estupefacientes.

Cuanto más dure el cerco de la acería, más numerosos serán los casos de este tipo y los intentos de fuga. El ejército ruso alerta a sus tropas de que muchos de los que permanecen cercados quieren rendirse y que deben permitirlo.

La acería tiene en sus entrañas una ciudad subterránea con muchas plantas y refugios a lo largo de decenas de kilómetros. Los escondidos llevan muchos días sin recibir avituallamiento, ni agua, ni medicinas, por lo que su situación es desesperada.

En la madriguera hay muchos oficiales de alto nivel que la OTAN quiere recatar con vida, en especial los mercenarios extranjeros que dirigen los combates. La OTAN ha querido negociar con Rusia una rendición y una evacuación bajo supervisión de alguno de los países que son miembros de la Alianza.

El miércoles Victoria Nuland, subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos y máxima responsable del Golpe de Estado de 2014 en Kiev, declaró a la CNN que los países de la OTAN podrían participar en la evacuación de los “civiles” atrapados en Mariupol.

Pero Mariupol ya ha caído en poder de los rusos y no hay civiles que rescatar. Naturalmente se refería a los que están secuestrados por los nazis ucranianos en los subterráneos de la acería, e incluso a los propios nazis, que es un asunto bien distinto.

Pero la evacuación de los civiles nunca le ha interesado al gobierno de Ucrania porque su ejército los utiliza como escudos humanos. El ejército ruso abrió una puerta para que los combatientes de la acería depusieran las armas, mientras que a Kiev le interesa mantener la ficción de la resistencia, lo cual ha causado malestar entre los propios nazis, que insultan al gobierno de Zelensky y a sus propios dirigentes en las redes sociales por exigirles continuar la lucha, mientras no son capaces de abastecerles de nada.

El hecho es que los ratones no abandonan la ratonera. Ni siquiera fueron capaces de dejar salir a los numerosos heridos que tienen, que necesitan asistencia médica.

Si nadie quiere salir, ¿para qué hace falta un pasillo de salida? La única explicación es que la OTAN quiere validar su presencia sobre el terreno, algo que hasta ahora no ha reconocido formalmente.

En su estilo trapacero, lo que Nuland quiere decir es que pretende evacuar a los nazis clandestinamente, lo cual es imposible. Si quieren encubrir la presencia de mercenarios extranjeros y mandos de la OTAN, deben evitar que sean capturados por el ejército ruso o, como mínimo, negociar con ellos una salida camuflada.

“Hubo alguna esperanza de que los rusos permitieran la evacuación segura de civiles y soldados heridos desde Mariupol”, dijo el miércoles un cabecilla del Departamento de Estado, quien añadió que “si sucede, habrá aliados de la OTAN involucrados en ello”.

El mensaje de los verdaderos dirigentes de la guerra es claro: en cualquier solución negociada al cerco de la acería debe intervenir la OTAN y sus aliados. Los pasillos asegurados sólo por Rusia no son aceptables para la OTAN ni para Estados Unidos. Está claro que hay personas que no deben ser vistas, que no deben salir públicamente en las fotos y deben ser retiradas discretamente del lugar para mantener la fábula de que la OTAN no participa en la Guerra de Ucrania.

Pero si no participa, ¿por que se empeñan en controlar la evacuación de los nazis atrapados en la acería?

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