Los imperialistas nunca escatiman las vidas de los demás, las suyas propias son algo distinto

En el contexto creado por la Guerra de Ucrania, todos los países han amenazado con ataques nucleares… excepto los rusos, que no han hecho otra cosa que recordar su propia doctrina el respecto: no tienen niguna intención de lanzar armas nucleares en primer lugar.

El Kremlin acaba de publicar los objetivos del plan nuclear ruso para este año. Es una lista de sistemas de armas avanzados que se incorporarán al ejército este año. Incluye equipos para las tres unidades del ejército, así como para la fuerza estratégica rusa con capacidad nuclear. Se centran en cuatro submarinos, doce buques de guerra, misiles hipersónicos y bombarderos nucleares.

Durante su visita a Tula, centro de fabricación de armamento, el ministro ruso de Defensa Serguei Shoigu se dirigió a la industria de defensa rusa: “La tarea más importante de nuestro complejo militar-industrial es proporcionar a nuestras unidades y fuerzas de primera línea todo lo que necesitan: armas, equipos y municiones de buena calidad, en las cantidades necesarias y en el menor tiempo posible”.

Shoigu subrayó que Rusia seguiría desarrollando la parte de su tríada nuclear estratégica que incluye misiles balísticos, submarinos y bombarderos estratégicos “porque el escudo nuclear sigue siendo la principal garantía de la soberanía y la integridad territorial de nuestro país”.

En cuanto a las armas convencionales, Shoigu dijo que Rusia se centraría en la fuerza aérea, reforzando sus capacidades generales de ataque. Rusia aumentaría las capacidades de combate de las fuerzas aeroespaciales, incluidos cazas y aviones no tripulados. El desarrollo de un arsenal de armas ofensivas modernas es una prioridad en los planes militares rusos.

El 10 de enero el Ministerio de Defensa ruso emitió un comunicado en el que afirmaba que la fragata Almirante Gorshkov, que transportaba misiles de crucero hipersónicos, había realizado un ejercicio de defensa aérea en el mar de Noruega. Es una señal de que Moscú no dará marcha atrás en su ofensiva ucraniana.

El Ministerio de Defensa ruso se ha comprometido a aumentar el número de sistemas de misiles hipersónicos de alta precisión Kinzhal y Zircon y a desarrollar otros sistemas de armas del máximo nivel. Varios cazas MiG-31K ya están equipados con misiles hipersónicos, y la Defensa rusa ha integrado recientemente el misil hipersónico Zircon en la fragata Almirante Gorshkov.

La Armada rusa también se modernizará. Este año se incorporarán unos cuatro submarinos y doce buques de superficie. Rusia también creará cinco divisiones de infantería de marina que integrarán las fuerzas de defensa costera. A finales de diciembre, el comandante en jefe de la Armada, almirante Nikolay Yevmenov, anunció que este año la Armada incorporará nuevos equipos y armas, como el crucero estratégico Emperador Alejandro III, misiles balísticos, cuatro submarinos y doce buques de superficie y apoyo logístico.

Los más importantes son los submarinos nucleares de la clase Borei-A Alexander III, que pueden transportar hasta 16 misiles intercontinentales Bulava. Ofrecen mayor sigilo acústico, capacidad de maniobra y de desplazamiento en alta mar y un sistema de control de armamento mejorado. El submarino forma parte de la tríada nuclear que Rusia se ha comprometido a reforzar de aquí a 2023. “Seguiremos desarrollando la tríada nuclear y manteniendo su disponibilidad para el combate, ya que el escudo nuclear sigue siendo la principal garantía de la soberanía y la integridad territorial de nuestro país”, subrayó el ministro ruso de Defensa, Shoigu.

Shoigu anunció que el ejército ruso recibiría en 2023 unos 22 lanzadores de misiles balísticos intercontinentales Yars, Avangard y Sarmat, tres portamisiles estratégicos Tu-160 y el submarino nuclear Emperador Alejandro III.

En noviembre del año pasado el misil balístico intercontinental (ICBM) RS-28 Sarmat entró en la fase de producción en serie tras una prueba realizada con éxito. Está previsto que mejore la capacidad de combate del ejército ruso en los próximos 40-50 años y se convierta en el principal medio de disuasión nuclear.

La proporción de equipos avanzados suministrados a las fuerzas nucleares estratégicas de Rusia ha superado el 90 por cien. El prototipo de bombardero portamisiles nuclear Tu-160M modernizado ha completado recientemente su segundo vuelo de prueba y ahora será probado por el Ministerio de Defensa. Su desarrollo se produce un año después del primer vuelo del Tu-160M en enero de 2022. El Tu-160M es una variante mejorada del bombardero Tu-160, el mayor avión supersónico militar, y se espera que el programa de introducción del bombardero dure hasta 2027.

Los medios atlantistas agachan la cabeza

Las cadenas occidentales de propaganda ya reconocen que las únicas armas de disuasión nuclear definitivas las tiene Rusia, ya sean los misiles hipersónicos RS-28 (Sarmat/Avangard) o el submarino nuclear K-329 Belgorod, capaz de disparar los únicos torpedos Poseidón del mundo.

Esos torpedos son de propulsión nuclear con una cabeza nuclear muy potente (potencialmente de hasta 100 Mt). El K-329 puede ir armado con seis de esos torpedos capaces de navegar sigilosamente a grandes profundidades antes de alcanzar las costas enemigas y desatar una ola radiactiva.

“Rusia prepara Poseidón, su torpedo infernal con tsunamis y propulsión nuclear”, titulaba ayer un medio de comunicación típico de la OTAN. El artículo era mucho menos triunfalista de lo habitual: “los reveses sufridos por Ucrania, ¿requieren empezar a preparar a la opinión occidental para aceptar su futura e inevitable derrota?”, preguntaba.

El día anterior Reuters había retransmitido un despacho de la censurada agencia Tass que acababa de anunciar que el primer lote de aviones no tripulados torpederos Poseidón había sido fabricado y pronto sería entregado en Belgorod. “Se han fabricado los primeros torpedos Poseidón y el submarino Belgorod los recibirá en un futuro próximo”, titulaba la agencia.

En un discurso de 2018 Putin describió los torpedos Poseidón como un nuevo tipo de arma nuclear estratégica, con un alcance ilimitado y la capacidad de operar a profundidades extremas y a una velocidad mucho mayor que los submarinos existentes u otros torpedos. “Son muy silenciosos, tienen una gran maniobrabilidad y son prácticamente indestructibles para el enemigo. Ningún arma puede contrarrestarlos en el mundo actual”, declaró el Presidente ruso.

La OTAN no puede iniciar un enfrentamiento nuclear con Rusia, incluso si su guerra en Ucrania acaba en una derrota humillante. Perder la cara es una cosa, pero es mucho peor perderlo todo. En el pasado los imperialistas nunca escatimaron cometer los peores crímenes masivos (incluidos los nucleares) y sacrificar impunemente la vida de millones de personas. Pero no eran las suyas; jugar con ellas es otro nivel.

Para los pueblos del mundo es la mejor garantía de que se evitará el apocalipsis nuclear, a pesar de todos los dislates contemporáneos de las hienas atlantistas.

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