Los bombardeos de la aviación estadounidense en Somalia son crímenes de guerra

Los bombardeos de los drones y la aviación estadounidense en Somalia constituyen posibles crímenes de guerra, asegura Amnistía Internacional, ya que están matando a los civiles.

En un informe titulado “La guerra oculta de Estados Unidos en Somalia”, expertos de esta organización realizaron más de 150 entrevistas con testigos, familiares de víctimas, personas desplazadas por los combates y expertos, incluso dentro del ejército estadounidense.

La información recogida fue corroborada con imágenes tomadas vía satélite, fotos de cráteres dejados por las explosiones, así como fragmentos de municiones recogidas en los sitios. Desde abril de 2017 se han llevado a cabo más de 100 bombardeos en el país. Amnistía Internacional se ha centrado específicamente en cinco ataques aéreos en dos años, durante los cuales murieron catorce civiles y ocho resultaron heridos e informa de “pruebas abrumadoras” de ellos.

“El número de civiles muertos que hemos descubierto por este puñado de ataques sugiere que la nube que rodea el papel de Estados Unidos en la guerra de Somalia está ahí para ocultar la impunidad”, dice Brian Castner, uno de los expertos militares de Amnistía Internacional.

Las incursiones estadounidenses en Somalia ya fueron significativas durante la presidencia de Barack Obama. Pero los ataques se intensificaron cuando Trump llegó a la Casa Blanca. Este último ha firmado un decreto que declara el sur de Somalia “zona hostil activa”.

Los bombardeos de Trump en Somalia han matado tres veces más personas desde junio de 2017 que todos los bombardeos de Obama en sus ocho años de gobierno.

Sólo en el período comprendido entre el 1 y el 20 de marzo, Africom emitió siete comunicados de prensa en los que se mencionaban ataques a los “shebabs”(*). Según un general de brigada estadounidense retirado con el que habló Amnistía Internacional, el decreto de Trump amplió la gama de objetivos potenciales para incluir a casi todos los hombres adultos que viven en aldeas favorables a Al-Shebab (*) y que son avistados cerca de combatientes conocidos. Un mandato tan amplio violaría el derecho internacional humanitario y conduciría a la muerte ilegal de civiles.

Para Amnistía Internacional, algunos de estos ataques “podrían constituir crímenes de guerra”. Ante las conclusiones de la ONG, Africom negó una vez más que sus operaciones en Somalia pudieran haber causado la muerte de civiles.

No obstante, la estrategia aérea de Estados Unidos está empezando a ser criticada incluso dentro de los ejércitos occidentales.

Unos 500 soldados de las fuerzas especiales del Pentágono están destinadas en Somalia.

A pesar de los bombardeos, los “shebab”(*) controlan la quinta parte del territorio somalí y sus contraofensivas son cada vez mayores, incluos en la capital Mogadiscio.

(*) En árabe “shebab” significa juventud y la organización Harakat Al-Shabab Al-Muyahidin que opera en Somalia es el “Movimiento de Jóvenes Muyaidines”, asimilada erróneamente a Al-Qaeda.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Descubre más desde mpr21

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo