La OPEP: un tira y afloja entre Estados Unidos y Rusia

Este mediodía los países de la OPEP+ se reúnen en Viena para discutir su estrategia de producción de petróleo para los próximos meses. Estados Unidos y la Unión Europea llevan meses presionando para que aumenten la producción.

Hasta ahora, la OPEP, con Riad a la cabeza, y sus aliados, con Moscú a la cabeza, se resisten a las exigencias de las grandes potencias de abrir el grifo para frenar la inflación.

Sobre el papel, la OPEP ha vuelto a los niveles de producción anteriores a la pandemia. En la primavera de 2020, el grupo optó por dejar millones de barriles de petróleo bajo tierra, para no inundar el mercado con un crudo que no podría absorber por el colapso de la demanda.

Arabia saudí dirige la OPEP, de acuerdo con Rusia, porque es de los pocos miembros que tienen una capacidad de producción adicional. A mediados de julio Biden visitó Riad para convencer a los jeques de que bombeen más combustible para frenar la subida de los precios.

Pero en Riad no están contentos con la Casa Blanca, después de que, tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018 en Turquía, les acusaran de ser un Estado “paria”.

La casa saudí tiene unas relaciones cada vez más extrechas con Rusia y la influencia de Estados Unidos en Oriente Medio declina a pasos agigantados. La semana pasada Macron recibió al príncipe heredero saudí, Mohamed ben Salmane, para ver si lograba lo que Biden no pudo.

No obstante, las grandes potencias puede jugar una baza muy importante: el temor a la recesión podría empujar a la OPEP a abrir el grifo para reducir el precio del petróleo.

El precio actual ha bajado, pero ronda los 100 dólares por barril.

En cualquier caso, el aumento de la producción de petróleo no es tan simple como abrir un grifo. La mayor parte de los membros de la OPEP no pueden cumplir con las cuotas establecidas, debido a la falta de inversiones en los yacimientos durante la pandemia. Sólo Arabia saudí y Emiratos Árabes Unidos pueden aumentar las exportaciones en cantidad suficiente como para reducir los precios.

comentario

  1. Afirma el artículo:

    «El aumento de la producción de petróleo no es tan simple como abrir un grifo. La mayor parte de los membros de la OPEP no pueden cumplir con las cuotas establecidas, debido a la falta de inversiones en los yacimientos durante la pandemia.»

    Pero incrementar el ritmo de extracción de petróleo de los yacimientos no es una cuestión de invertir más ni de investigar más. No es cuestión de estrujar más el limón. Cada año que pasa extraer petróleo es más parecido a usar un crecepelo con un calvo: de donde no hay no se puede sacar.

    Y es que los yacimientos siguen una curva de campana: al principio se extrae poco de ellos, luego vamos extrayendo cada vez más, y con el transcurrir de los años se extrae cada vez menos y con más dificultad (costo), hasta que el yacimiento deja de ser rentable porque gastamos más energía (beneficio) en extraer petróleo de él de la que nos dará ese petróleo.

    Pero, en base a las lógicas de nuestra sociedad, ningún país ni empresa quiere reconocer de puertas afuera que se le está acabando el yacimiento de petróleo, mayormente porque perderían cuota de poder o se hundirían en bolsa.

    De modo que en esas estamos, mirando para otro lado y haciendo como si la Era Industrial (de alta disponibilidad energética) fuera a durar para siempre… o al menos «hasta que yo me muera, y el que venga detrás que se busque la vida».

    Lo que se llama «Mientras no me pille a mí» .
    Qué adecuado epitafio para nuestra Civilización.

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