John Reed: cien años que estremecen al mundo

El jueves de la semana pasada se cumplieron cien años de la muerte de John Reed, el autor de “Diez días que estremecieron al mundo”. Su nombre está ligado a la revolución socialista de 1917 en Rusia y a la revolución mexicana.

Sus obras y sus artículos, extraordinariamente escritos, son relatos de primera mano de la revoluciones que cambiaron para siempre el curso de la historia humana, y no sólo de Rusia o de México.

Reed nació el 22 de octubre de 1887 en Portland, Oregón, y se graduó en la Universidad de Harvard en 1910. Poco después de graduarse, comenzó a trabajar como periodista para varias publicaciones.

En 1913 la revista Metropolitan le envió a México para informar sobre la revolución en curso. Escribió una serie de artículos notables que le dieron una reputación en Estados Unidos como corresponsal de guerra. Tenía un estilo subjetivo que nada tiene que ver con el repugnante periodismo actual: Reed simpatizaba con la lucha del pueblo mexicano y se oponía con vehemencia a la intervención militar de su país. En 1914 sus artículos se publicaron en el libro “México insurgente”, una obra maestra de lectura muy recomendable.

En abril de 1914 relató la Masacre de Ludlow en Colorado, donde un crimen orquestado por el propietario principal de la mina John D. Rockefeller y perpetrado por la milicia local durante la huelga de los mineros del carbón. Reed investigó los hechos, habló en nombre de los mineros y escribió un apasionado artículo sobre el tema, que es otra obra maestra del periodismo: “La guerra de Colorado”.

Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, viajó a Europa como corresponsal de la revista Metropolitan. Cubrió los frentes de batalla de Alemania, Rusia, Serbia, Rumania y Bulgaria. Basándose en estas experiencias, escribió el libro “La guerra de los Balcanes”, publicado en abril de 1916, donde revelaba la naturaleza imperialista de aquella guerra.

En agosto de 1917 le enviaron a Rusia junto con su esposa, Louise Bryant, lo que les permitió ser testigos presenciales de la Revolución de Octubre. El resultado de sus observaciones aparecen en el libro “Diez días que estremecieron al mundo”, publicado en 1919. Es el relato más vivo de los primeros momentos de la revolución.

Lenin escribió un prólogo para la edición rusa de la obra: «Con el mayor interés e incansable atención, he leído el libro de John Reed ‘Diez días que estremecieron al mundo’. Lo recomiendo sin reservas a los trabajadores del mundo. Este es un libro del que me gustaría ver millones de copias publicadas y traducidas a todos los idiomas. Da un relato veraz y muy vívido de acontecimientos significativos para la comprensión de lo que realmente son la revolución proletaria y la dictadura del proletariado. Estas cuestiones son ampliamente debatidas, pero antes de que alguien pueda aceptar o rechazar estas ideas, debe entender el significado total de su decisión. El libro de John Reed sin duda ayudará a aclarar esta cuestión, que es el problema fundamental del movimiento obrero internacional”.

La experiencia de la revolución socialista cambió a Reed para siempre. Se convirtió en un partidario entusiasta de los bolcheviques y colaboró con el gobierno revolucionario. A su regreso a los Estados Unidos en 1918, se enfrentó a una abierta hostilidad del gobierno y fue detenido en varias ocasiones acusado de violar la Ley de Sedición. Sin embargo, permaneció activo en el movimiento obrero, adoptando una postura política consecuente.

En 1919, tras ser expulsado de la Convención Socialista, formó el Partido Comunista Obrero de América que, unos meses más tarde, vio su nombre sustituido por el del Partido Comunista Unido de América. Reed era el principal colaborador de “La Voz del Trabajo”, el periódico del Partido.

Acusado de sedición y con la esperanza de ganar el apoyo de la III Internacional para dicho Partido, huyó de Estados Unidos con un pasaporte falso a principios de octubre de 1919. Cayó enfermo de tifus en septiembre de 1920 y murió en Moscú el 17 de octubre de 1920, con su esposa a su lado. Tuvo un funeral de estado y fue enterrado en la Necrópolis del Kremlin, siendo el primero de los tres estadounidenses que tienen el honor de permanecer enterrados allí. Los otros dos son Charles Ruthenberg y Bill Haywood.

“Octubre”, la obra maestra de cine del director soviético Serguei Eisenstein, se basaba en el libro de Reed. Cincuenta y cuatro años más tarde, en 1981, la vida de Reed inspiró la película “Rojos”, protagonizada por Warren Beatty, Diane Keaton y Jack Nicholson.

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