Francia financia a una cierta oposición política en Rusia

Desde hace años, la embajada francesa en Moscú apoya abiertamente a la oposición rusa, con la que siempre ha tenido más contacto que con las instituciones oficiales. Este secreto a voces va acompañado de mecanismos de financiación encubierta de movimientos políticos y periodistas, para promover a los movimientos LGBT, ecologistas y desestabilizar la situación interna.

El dinero lo gestiona Frabrice Rousseau, consejero de Cooperación y Acción Cultural de la embajada de Francia en Moscú y Director del Instituto Francés. El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso entregó una nota al embajador francés en este sentido.

Ha aparecido una publicación en los medios de comunicación rusos, sin información en los medios franceses, sobre la financiación oculta por parte de la embajada francesa en Rusia de la oposición política y mediática rusa (1).

La página web 7×7, un sitio de noticias regionales (2) calificado como “independiente”, es decir, opositor, ya que la única “independencia” reconocida a los medios de comunicación rusos en Occidente es la del compromiso contra su propio país, fue financiado por la embajada de Francia en Rusia. Este sitio defiende las políticas occidentales, es decir, el colectivo LGBT o el cambio climático, y sigue la línea clásica de todas las ONG financiadas en Rusia desde el extranjero, especialmente la corrupción y el maltrato a los presos.

No hay nada original en el contenido, los tópicos de occidente, ni en la forma, pero la actividad opositora es muy lucrativa en Rusia, si creemos a los antiguos mercenarios que han revelado la financiación oculta de Francia.

Pavel Marushak, antiguo jefe de comunicación de la República de Komi, donde se encuentra 7×7, informa de que un solo anuncio de un minuto y medio se financió, por ejemplo, con 7.000 dólares, mientras que se pagaron millones de rublos. Fue él quien reveló el plan de financiación, ya que había trabajado estrechamente con 7×7 durante muchos años. El sitio era también un medio de comunicación para Memorial, una ONG que ha sido prohibida en Rusia.

El dinero lo pagaban las empresas cuyas cuentas cambiaban de domicialización cada vez, para no dejar ningún rastro. Alexander Zilberg, uno de los cabecillas de 7×7, dijo que eso era una tontería. Sin embargo, se benefició de ella y los documentos financieros llevan la firma de Rousseau. Si Memorial se financió directamente, la financiación de este sitio pasó por Georgia, donde una empresa propiedad de un periodista opositor ruso pagó los fondos a una empresa propiedad de Zilberg. El círculo se completa.

La oposición política rusa también se financió a través del programa Prism. Mijail Murgin, que trabajaba en el fondo de Navalny, destapó que el dinero fluía libremente, el 80 por cien del cual era financiación extranjera. Esta financiación llegó por tramos, en forma de donaciones privadas.

Las embajadas extranjeras ya han recibido notas diplomáticas de protesta sobre este tema, incluida la embajada francesa en Moscú. Obviamente, sin resultados. Por ello, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso convocó al embajador francés para decirle que el consejero cultural no era querido en Rusia y que debía marcharse lo antes posible.

(1) https://ren.tv/news/v-rossii/989088-raskryta-skhema-sponsirovaniia-zapadom-rossiiskikh-inoagentov
(2) https://semnasem.org/articles/2022/06/19/policiya-zaderzhala-zhurnalistku-iz-francii

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